¡¡¡Pepsi!!! ¿nos tomamos un feto abortado?

Senomyx decidió promover la idea a las transnacionales del illuminati como lo son PEPSICO, de la cual es dueña la Reina Beatrix de Holanda—hija del fundador del Club Bilderberg y oficial Nazi, el Príncipe Bernhard— al igual que el corporativo BP y SHELL, de poner células humanas abortadas de bebés muertos en sus productos. Pero ésta investigación especial que hemos hecho es sólo el principio.

Ya había denunciado el crimen de Senomyx tanto en programas de radio de habla inglesa en EE.UU. en meses recientes y también había abierto una sección para la denuncia de estos crímenes en el sitio de Conciencia Radio en inglés pero ahora abrimos la sección sobre la realidad del aborto en Conciencia Radio en español. Es tiempo de denunciar y describir lo que Senomyx y sus clientes han estado haciendo detrás de las sombras.
Definiendo al Enemigo: Senomyx y sus Proyectos
La página de Senomyx es http://senomyx.com/. Sus oficinas están en San Diego, California. Su domicilio completo es: 11099 North Torrey Pines Road, La Jolla, CA 92037. En éste documento, que ponemos a su disposición, Senomyx admite que están usando a bebés muertos en estos saborizantes para sus clientes transnacionales que sabemos pertenecen al Illuminati. Por favor descarga esta evidencia en la siguiente liga:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC123709/pdf/pq0702004692.pdf

Este documento científico es la evidencia contundente publicado en la página de Procedimientos de la Academia de Ciencias de Estados Unidos de que Senomyx no nada más está usando células de riñón de bebés abortados dentro de sus proyectos de edulcorantes y saborizantes naturales sino el uso de ADN de rata y ADN de quimeras al estilo de la películas Splice. Las líneas celulares HEK-293T y HEK-293 (human embryonic kidney) son términos sigilosamente escondidos por Senomyx cuando se refieren a partes de un bebé abortado y le ponen esta especie de código científico para que no sepamos a qué se refieren. Repitiendo:

“Senomyx afirma haber clonado ADN de ratas y humanos entremezclándolos para sus saborizantes naturales.”
Fuente: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC123709/pdf/pq0702004692.pdf

Ajinomoto Co., Inc., Kraft Foods, Cadbury Adams, Firmenich SA, Nestlé SA, y Solae, Campbells, son otras de las empresas o clientes que activamente están participando junto con PEPSICO y Senomyx en poner directamente partes de los tejidos de los órganos de bebés abortados, con fines obviamente perversos y satánicos, dentro de sus productos en forma de aditivos sin mencionar cuales. Esto abre el campo a la especulación de uno en decir, entonces cualquier productos de estas empresas podría contener el sufrimiento y dolor de bebés asesinados en el vientre de mujeres que deciden recibir buena paga a cambio del bebé o simplemente ignoran que su bebé puede ponerse en adopción y ser entregado a familias cristianas. Solae y Campbells ya cesaron sus relaciones con Senmoyx por razones obvias pero las demás transnacionales no lo quieren hacer a pesar del reclamo de las organizaciones a favor de la vida.

Ahora entendemos por qué en la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubon y demás miembros de la izquierda comunista mexicana aprueban el aborto como medida de reducción de población; porque es un muy buen negocio vender estos bebés a las empresas con “fines de investigación.” Tan buen negocio es que en E.UU. hubo 4,400 solicitudes de partes frescas de bebés asesinados con fines de investigación biomédica en el 2009.

Expertos como la Dra. Theresa Deisher, una fisióloga molecular y experta mundial en medicina regenerativa quien opina:

“Se estima que cada año en Estados Unidos podría haber hasta un millón ochocientos setenta mil de esas transacciones, en las que se piden partes individuales del cuerpo como ojos e hígado.”

Incluso, Deisher menciona que la literatura en Internet menciona que:

“…discute la edad óptima para la muerte de un niño, con el fin de obtener partes corporales útiles: uno de esos profesionales observó que el mejor tejido de corazón se obtiene de un niño de 22 semanas de gestación.”